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No hay sitio como el hogar. No es solo una frase hecha, sino una realidad. ¿En qué lugar nos sentimos más cómodos que en el propio domicilio? Está claro que en ninguno.
Pero son los pequeños detalles los que convierten el hogar en ese espacio tan especial para uno mismo. Como momentos especiales en casa, el momento del baño o de la ducha, puede suponer una desconexión con el mundo exterior. Por ello, el albornoz es una pieza tan importante en casa.
De algodón, de suave rizo, y el tantos colores como gustos y personas, los albornoces son una prenda para después del baño y de uso muy extendido, sirven para secarse y tener una prenda de vestir después del momento de la ducha, por un lado, son confortables y cálidos, por otro, resultan mucho más prácticos que una simple toalla.
Algunos modelos cuentan con una capucha, lo que permite que también se pueda secar el pelo, al tiempo que evita los resfriados por tener el pelo mojado.
Existen modelos originales, inspirados en personajes famosos, en dibujos animados o en equipos de fútbol, perfectos para regalar, ¡y también para regalarse a uno mismo!
Sin duda un albornoz no puede faltar en casa, para los habitantes, y ¿por qué no? También para las visitas.
