Una almohada es un accesorio imprescindible para la cama, y el mejor complemento para asegurar un buen descanso…. Bueno, el mejor complemento del sueño cuando se ha elegido de forma adecuada, porque las consecuencias de dormir sobre almohadas que no se han elegido bien pueden ir desde una mala noche de sueño, hasta problemas de salud de diferente consideración.
La almohada tiene la función de soportar la cabeza y el cuello durante las ocho horas que, de media, pasamos durmiendo al día, de ahí que su elección se deba realizar de forma minuciosa y teniendo muy en cuenta al durmiente en el momento de comprar almohadas.
¿Qué almohada es la mejor para mí?
A la hora de comprar una almohada nueva, hay que tener en cuenta varios aspectos que son los que aseguran que la adquisición sea un acierto:
- La postura del durmiente es el primer punto que hay que valorar, ya que no tienen las mismas necesidades quieres duermen de lado, que aquellos que duermen boca abajo. Los primeros necesitarán una almohada más alta, mientras que para los segundos, la mejor almohada es una de baja altura.
- Quienes se mueven mucho mientras duermen tendrán que optar por aquellas almohadas que se adapten a las distintas posiciones, las almohadas memory foam, ya que, aunque son muy adaptables, también mantienen la forma durante algún tiempo y, por lo tanto, pueden resultar incómodas a quienes cambian su postura con frecuencia.
- Un error común es comprar una única almohada para camas dobles o cama de matrimonio, incluso cuando estas se comparten. Cada durmiente tiene un hábito de sueño distintos y es difícil que ambos durmientes comportan no solo cama sino postura a la hora de dormir, lo mejor es elegir una almohada a medida para cada cual, y que se adapte a sus hábitos de descanso.
Por supuesto, la elección de la mejor almohada es también una cuestión personal, así que, siempre hay que valorar las alternativas disponibles en tiendas que mejor se adapten a las preferencias del durmiente.