El sueño es una actividad esencial del ser humano. Mientras se duerme, se consigue descansar física y mentalmente, pero además, se fijan los recuerdos y se fosiliza lo aprendido mediante complejos sistemas del cerebro. Un sueño de calidad puede tener también beneficios en la salud de la piel y, en general, en la belleza.
Pero ¿Y cuándo el sueño no es de calidad? En este caso, todo el cuerpo se resiente y, además de que el día después de dormir mal, la energía es la gran ausente, no es raro que aparezcan problemas asociados con la falta de descanso, entre ellos, son comunes los problemas lumbares.
Dormir mal puede deberse a varias razones, tanto de la propia persona, como de condiciones externas, pero en el correcto descanso suele tener un papel fundamental la almohada.
A la hora de comprar una almohada, es cierto que cada persona tiene unas preferencias, pero la elección de una almohada depende de la persona y de la forma de dormir. Aunque, para no fallar, una opción muy recomendable es la almohada de plumas, que tiene mucha capacidad de adaptación a los distintos tipos de sueño.
En general, las almohadas en tejidos naturales, como pueden ser las plumas o el algodón son la opción más segura, si además se eligen hipoalergénicas, se garantiza un sueño reparador.
¿Qué tipo de almohada es la que más te gusta?