¡Qué calor! Venga, reconócelo: ¿Cuántas veces has utilizado esta expresión en los últimos meses? Sobre todo, cuando es difícil dormir por las noches… Ya tienes unas sábanas frescas de verano – y un plaid por si acaso-, además, conoces algunos buenos trucos para dormir mejor en verano, pero ¿y la almohada? ¿Cómo y de qué material es la almohada que utilizas?
Almohadas más frescas: ¿Cuáles son?
Existen almohadas fabricadas en materiales que regulan la temperatura corporal: las almohadas termorreguladoras son ideales para evitar el exceso de calor en verano, pero también el frío en invierno.
¿Y cuáles son los materiales termorreguladores de almohadas? Las almohadas de látex o las almohadas de viscoelásticas incluyen, entre sus características, la mayor adaptabilidad a la temperatura corporal, para favorecer un sueño agradable, además, son transpirables. ¡Dormir más frescos con una almohada termorreguladora de estas características es mucho más sencillo!
A la hora de dormir, la calidad del sueño es esencial para el descanso y, teniendo en cuenta que dormir en noches muy calurosas es difícil, porque el cerebro está en «alerta», así que al elegir almohadas para dormir, hay que tener en cuenta que el material sea fresco y transpirable, pero también que se adapte a la forma natural del cuello y de las cervicales.