¡Cómo crecen los más pequeños! A medida que crecen, hay que ir aumentando sus responsabilidades en casa y las tareas de las que se tienen encargar, sobre todo, en lo que se refiere a su cuarto. Una de estas primeras tareas es aprender a hacer la cama.
No se trata de una tarea difícil, pero para los más pequeños puede resultar difícil estirar sábanas y mantas, no dejar arrugas y conseguir que el efecto final sea «bonito». Intentarlo e intentarlo es la mejor forma para aprender a hacer la cama, pero si el peque no ve resultados, puede que se desmotive… ¿Has pensado en lo prácticos que resultan para ello los sacos nórdicos?
Aprender a hacer la cama con sacos nórdicos
Se trata de un conjunto de funda nórdica con encimera y funda de almohada, que puede incluir hasta un relleno acolchado, pero con una característica particular: ¡una cremallera con fuelle! Sus ventajas para mamás y papás son que el pequeño no se destapará por las noches y no se enfriará, y por si eso fuera, poco, además evitará que se caiga de la cama cuando deje la cuna.
¿Crees que es todo? No, porque además, con ellos hacer la cama es muy sencillo, incluso para los más pequeños: ¡y qué resultado! Y no te preocupes, porque sea cual sea el estampado en el que estabas pensado, lo encontrarás en sacos nórdicos con personajes de moda o con divertidos dibujos.