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Casi sin darnos cuenta el verano desaparece de nuestros hogares, así sin más explicaciones, una buena noche empieza a refrescar y la colcha de verano se hace insuficiente para cobijarse el frío… Hay que vestir la cama con prendas más fuertes y abrigadas, pero ¿qué hacer con las colchas de verano?
Guardarlas hasta que las temperaturas vuelvan a ser agradables, la próxima temporada estival, es lo más lógico. Pero, ¿sabes cómo hacerlo para que el año próximo estén en las mejores condiciones de uso? Te damos unos sencillos pasos para guardar una colcha de verano.
Cómo guardar colchas de verano
Lavarla es el primer paso para mantenerla perfecta. Antes de su almacenaje hay que eliminar manchas y polvo, para evitar la proliferación de ácaros y bacterias que dañen los tejidos. Emplear un detergente de calidad y un proceso de lavado según las indicaciones del fabricante son la mejor solución para una colcha como nueva.
A la hora de secarla, lo mejor es utilizar el secado natural, ya que tiene un efecto desinfectante sobre la prenda. Pero, hay que evitar las exposiciones demasiado directas y continuadas al Sol, ya que pueden decolorar el cubrecama, acartonar el tejido e, incluso, debilitarlo.
Antes de guardarla, hay que asegurarse de que la colcha está completamente seca, para evitar que aparezcan olores o moho mientras está guardada.
Una bolsa de plástico hermética se convertirá en la mejor solución para que la colcha de verano aparezca perfecta después de su «hibernación». Eso sí, tampoco hay que olvidar asegurarse de que el lugar en el que se almacene esté libre de polvo y suciedad.
¿Un consejo? Si las colchas de verano tienen muchos años, los tejidos puede estar debilitados por el uso, quizás sea una buena idea confiar en una tintorería para que el resultado sea perfecto.
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