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¡Qué prácticas resultan las colchas de entretiempo? Cuando empieza a refrescar por las noches, son un excelente elemento de abrigo que no agobia y que pesa muy poquito y, además, visten el dormitorio que es una maravilla, porque no se arrugan y quedan como un guante sobre la cama. Pero, lo más normal es que solo se puedan utilizar durante unos meses al año, en las estaciones intermedias y que el resto del año tengan que estar almacenados.
Dada su versatilidad, lo mejor es almacenarlos de forma adecuada para poder utilizarlos cuando las temperaturas sean más suaves, pero ¿Cómo se guardan las colchas de entretiempo?
Cómo guardar colchas de entretiempo
Una vez que se retiran hay que lavarlas, para eliminar el polvo, el sudor y las pequeñas manchas que pudieran tener. Para ello se puede utilizar la lavadora de casa, siempre que tenga unas dimensiones apropiadas para la prenda.
Un detergente neutro es la mejor opción para lavar una colcha de entretiempo y, si se va a guardar, es recomendable evitar suavizantes.
Las colchas de entretiempo tiene un porcentaje alto de poliéster en su interior y en su exterior, ello hace que su secado no sea complicado, pero hay que asegurarse de que sea completo antes de almacenarlas, sobre todo, en el relleno interior, ya que la humedad podría producir ácaros que destruyen el tejido o mal olor permanente.
La bolsa en la que se adquirieron las colchas finas son la mejor solución para almacenarlas, ya que tienen las medidas idóneas y están pensadas para aislar de humedad. Si no, una bolsa grande y con cierre hermético siempre es la mejor alternativa.
Antes de guardar una colcha en el armario, hay que limpiar bien las estanterías en las que se colocarán las prendas mientras no se usan, para evitar que polvo o humedad dañen la bolsa.
Con estos consejos seguro que en la próxima estación las colchas de entretiempo aparecerán perfectas cuando se las necesite.