La Navidad es época de reuniones con familia y amigos, de fiestas, de deliciosos dulces y de exquisitos vinos y cavas… unos días muy entrañables, pero al finalizar estos, es el momento de una limpieza de la casa, sobre todo de mantelerías, servilletas, sillas o del sofá.
Uno de los lugares de paso en estas fiestas es el sofá, en el que se han sentado muchas personas, pero que, con distintos motivos puede presentar manchas de comida (chocolate o grasa están entre las más temidas) o de bebidas, como el terrible vino.
Así que, ahora que ya termina la Navidad, además de pensar en quitar el árbol y el resto de la decoración, hay que dedicar algo de tiempo a limpiar el sofá.
Una solución jabonosa y un trapo deberían ser suficientes para retirar las manchas más comunes, y si se deja secar al Sol el resultado será perfecto, en el caso de que las manchas no salgan, se puede usar un limpiador especial para tapicerías, pero si han pasado varios días desde que estas se produjeron, estas estarán resecas, y en algunos casos será muy complicada su eliminación.
En el caso de que esto ocurra, el sofá puede quedar como si fuera nuevo, una funda es la mejor solución cuando las manchas son permanentes o cuando el tejido aparece como rozado, pero también pueden ser la solución para prevenir que el sofá se manche.