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La vuelta a la rutina comienza y con ella llega la hora de decir adiós a todo lo que nos recuerda al verano y al buen tiempo, como las toallas de playa.
La toalla de playa es una prenda básica de las vacaciones, pero el resto del año, pasa a tener un hueco dentro de un armario. Si se guarda de forma adecuada, con la vuelta del calor estará en perfectas condiciones para otra temporada, pero si no, lo más seguro es que al buscarla el próximo verano tenga un característico mal olor y puede que hasta esté podrida.
¿Cómo guardar toallas de playa?
Para que estén en perfecto estado de uso en la temporada próxima, antes de guardarlas, hay que asegurarse de lavarlas bien, para eliminar todos los restos de arena, hierba o suciedad que pudiera tener.
Para lavarla se emplea un detergente neutro y hay que evitar el uso de detergentes, aunque para que la toalla se mantenga suave se puede agregar un chorrito de vinagre en la lavadora.
Secarla al Sol es la mejor forma para eliminar todo el agua, además, así se desinfecta de forma natural.
Antes de guardarla, hay que asegurarse de que se haya eliminado toda la humedad que la prenda pudiera tener, aunque tampoco hay que dejarla secar demasiado, ya que podría acartonarse.
Una vez seca, el siguiente paso es doblarla en seis partes e introducirla en una bolsa hermética de plástico, para protegerla del polvo y de la suciedad. Se puede guardar más de una toalla en una misma bolsa, siempre que todas estén en las mismas condiciones de limpieza.
Y, por supuesto, asegurarse de que el espacio del armario reservado para las toallas de playa esté limpio.
¿Ya has comenzado a guardar todos los textiles de verano?
