La sala de estar es el espacio en el que más horas se pasa al día, un lugar ideal para descansar, pasar tiempo con la familia, disfrutar de actividades de ocio como leer o la costura o, simplemente para no hacer nada después de un agotador día de trabajo.
Pero cuando estás relajándote en la sala de estar en invierno es normal que, después de un rato de descanso, se empiece a notar una sensación de frío…
Faldas de mesa: Preparando el salón para el invierno
Uno de los objetivos principales del hogar es hacer que este espacio sea acogedor y agradable durante todo el año y, cuando llega el invierno, unos plaids o mantitas además de la calefacción pueden ser necesarios, pero
¿Qué ocurre si la sala de estar es un espacio demasiado frío a pesar de ello? Pues que puede que sea necesario recurrir al básico brasero, ideal para mantener pies y piernas calentitos… y del que se aprovecha mejor el calor si se colocan unas faldas de mesa para que mantengan el calor del brasero.
Faldas de mesa: ¡Y adiós al frío!
La mesa camilla es un clásico en muchos hogares españoles. Se trata de un mueble que incluye un bastidor y una base sobre la que se coloca el brasero. Muchas de ellas, además, son mesas extensibles, lo que quiere decir que pueden convertirse en mesas más grandes en solo unos pasos.
Pero para mantener la temperatura ideal son necesarias unas faldas de mesa, un textil de hogar que hace que el calor se concentre en el interior de la camilla para que los pies y las piernas estén calientes aunque las temperaturas sean bajas fuera.
Puede que la casa tenga una temperatura agradable, pero quien pasa muchas horas sentado , sabe que después de un rato es normal quedarse frío: para estar en el sofá, el plaid multiusos será de gran utilidad, pero si tienes que estar sentado en una mesa de tipo camilla, la solución más práctica es colocar faldas de mesa.