El buen tiempo hace necesario un cambio en los textiles del dormitorio. No hace falta recordar que el relleno nórdico que tan agradable resulta para combatir el frío o ese edredón de plumas, ahora empiezan a agobiar por las noches y hacen que dormir sea difícil…
Pues nada, se guardan hasta el año que viene y se opta por prendas más ligeritas, pero ¿Qué ocurre con las fundas nórdicas? Esas que tanto nos gustan por su diseño y por lo bien que quedan sobre la cama, ¿Se puede emplear como alternativa a las colchas de entretiempo?
¿Fundas nórdicas o colchas de entretiempo?
Es cierto que visten la cama, pero eso es porque cubren un relleno que les da «cuerpo», en cuanto este relleno desaparece, las fundas comienzan a arrugarse y es difícil que se mantengan en su sitio durante todo el día.
Además, aunque las noches ya no son frías, sí que puede refrescar. Por ello, hay que contar con una prenda auxiliar de abrigo que sea más fina, una buena solución son los rellenos nórdicos cuatro estaciones, compuestos por dos piezas que se pueden unir o separar, cada una de las partes individuales es una prenda de entretiempo y una prenda para estaciones más templadas. En este caso, se puede seguir usando la funda nórdica con un relleno más fino.
La alternativa es cambiar las fundas nórdicas por una colcha de entretiempo, que se puede combinar con una manta fina y un juego de sábanas. Si no quieres renunciar al diseño de tu funda, no hay problema, porque muchas colecciones textiles incluyen el mismo diseño en varias prendas de cama, con un poco de suerte puede que encuentres el mismo diseño de la funda en boutis.