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Pensar en verano es pensar en Sol y en calor, y es que esta estación del año es la que asociamos con las temperaturas más altas, aunque en realidad, una vez que la primera mitad de la estación estival pasa, recordamos que el verano no es solo calor y más calor, de día y de noche, sino que la segunda mitad es más fresca porque empieza a anunciar la llegada de estaciones en las que el frío hará acto de presencia.
Quizás de día las temperaturas sigan siendo agradables, y hasta calurosas, pero es durante las noches cuando los termómetros empieza a reflejar lo que pronto se aprecia: que las temperaturas son más frescas. De hecho, pueden ser tan frescas que se agradezca, o se hagan necesario, disponer de una práctica manta plaid para cuando refresca de madrugada.
Prácticas mantas plaid para cuando refresca
Las mantas plaid para cuando refresca son uno de esos textiles de cama que se convierten en esenciales hacia el final de verano, precisamente cuando poco a poco las temperaturas comienzan a ser algo más suaves, aunque aun no hace frío.
Algunas noches son frescas, mientras que otras siguen siendo calurosas, así que un textil cama pesado aun puede resultar excesivo, e incluso poco adecuado para conseguir una noche de descanso. Sin embargo, las mantas plaid resultan ideales para cuando refresca, se colocan a los pies de la cama, porque ocupan muy poco, y solo se emplean en el caso de que sean necesarias. Son perfectas para el descanso nocturno, pero también para siestas de tarde.
Las mantas plaid para cuando refresca están especialmente indicadas cuando la cama se comparte, ya que uno de los durmientes puede ser más friolero que el otro, y estas prendas son individuales, así que las usa solo aquel que las necesita.
