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A medida que el invierno va quedándose atrás, se empieza a notar que las temperaturas son más agradables, sobre todo, a la hora de dormir, cuando el textil cama de invierno empieza a resultar muy pesado y dificulta el descanso por las noches.
Colchas bouti y mantas finas se convierten en las prendas imprescindibles en primavera, ya que abrigan si es necesario, pero no agobian. Además, el efecto decorativo de las colchas bouti es innegable. Sin embargo, todavía hay noches en las que el frío hace acto de presencia, para esas noches, nada como contar a mano de plaids de cama.
Plaids de cama, imprescindibles en noches frescas
Durante las noches primaverales, y también en verano y otoño, es frecuente que en el momento de dormir la temperatura sea agradable, y una colcha fina sea más que suficiente para dormir plácidamente. Sin embargo, a media noche o ya de madrugada, la temperatura ha bajado hasta el punto de que el durmiente se despierta con sensación de frío, ¡y sin ningunas ganas de levantarse de la cama a buscar una manta!
En estos casos los plaids de cama son una solución a media, como suelen colocarse en la parte inferior de la cama, localizarlos suele ser muy sencillo. Basta con echárselos por encima para olvidarse del frío y volver a dormir tranquilamente, al menos hasta que el despertador suene…
Además, los plaids de cama se pueden utilizar más adelante como finas colchas de verano, o como mantas para una siesta sin tener que deshacer toda la cama, o como una manta de sofá… O sea, que son una prenda muy versátil a la que es fácil encontrarle uso durante todo el año.
Los plaids de cama están disponibles en tantos colores que es muy difícil no encontrar un modelo a juego del resto de textiles además, es tendencia colocarlos como complemento de la decoración de la cama.
