Vestir sofás y sillones con salvasofás es una de las soluciones más prácticas y eficaces para la protección de los asientos, ya sea de forma temporal o continua.
Las opciones a la hora de cubrir y proteger un sofá o un sillón son muy numerosas, pero además de las clásicas fundas de sofá, existe una alternativa pensada para proteger aquellas zonas más expuestas al roce: los salvasofás.
Proteger sofas y sillones con salvasofás
Los salvasofás son un tipo de cubresofás diseñados para la protección efectiva de aquellas zonas que están más expuestas a un uso continuado y, por lo tanto, que antes muestran el paso del tiempo. Dicho de otra forma, el salvasofás cubre respaldo y asiento, así como la parte central de los reposabrazos, dejando al descubierto el resto del tejido original.
Este tipo de fundas para sofá destaca porque es muy fácil y rápido de colocar y retirar, siendo la solución perfecta cuando hay mascotas, en fiestas o reuniones de amigos, para renovar el estilo de la sala de estar o para hacer que un tejido demasiado frío se convierta en un sofá perfecto.
Debido a su diseño, este tipo de fundas se adaptan con facilidad a todo tipo de sofás y sillones, sin importar que tengan dimensiones o formas originales, que sean de tipo orejero. Existen incluso salvasofás a medida para sofás chaise longue.
Los salvasofás ofrecen además uan interesante propuesta decorativa, ya que se pueden elegir en el mismo color que el tejido original del sofá, para crear un efecto uniforme o, por el contrario, en un color distinto, para lograr un efecto muy original y diferente.
A la hora de proteger los sofás y sillones con salvasofás se consigue una solución completa y práctica, que se coloca en apenas unos minutos y que ofrece gran facilidad de lavado y limpieza. Existen modelos de diferentes colores y medidas para adaptarse al máximo a todo tipo de asientos.