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Comprar un sofá es una de las decisiones más importantes en la decoración del salón. Este mueble definirá el estilo del espacio y, además, aportará comodidad y confort, pero teniendo en cuenta también las preferencias y el estilo de quienes viven en la casa.
Un sofá de calidad puede suponer una gran inversión, pero en ocasiones es necesario protegerlo o cubrirlo: tejidos desgastados, animales o niños en casa, tejidos que da frío o calor… son motivos habituales por los que se puede valorar colocar salvasofá o funda de sofá . ¿Cuál de ellos elegir?
Salvasofá o funda de sofá
Los salvasofá son piezas de tela pensados para proteger las zonas del asiento que más desgaste tienen, como los asientos, el respaldo o los brazos, este tipo de protecciones para el sofá, son ideales para utilizar a diario y para mantener el sofá en las mejores condiciones durante mucho más tiempo. Además, son muy fáciles de colocar, pero también de retirar si es necesario.
Las fundas de sofá ofrecen la posibilidad de cubrir completamente todo el mueble, de forma que, el tejido original se oculta. Son una buena solución cuando el tejido está desgastado o tienen manchas que no se pueden eliminar, pero también puede ser una buena solución para aumentar el confort del sofá, por ejemplo, en verano, al utilizar fundas de sofá de tejidos más naturales.
Elegir salvasofá o funda de sofá dependerá, después de todo de las necesidades y de la finalidad para la que se destinen estos textiles.
