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¡Son elegantes! ¡Son sofisticados! Además de fáciles de mantener y de que ofrecen un precio que no está nada mal, y si se mantienen de forma adecuada estarán en las mejores condiciones durante mucho tiempo. Y es que son muchas las ventajas de comprar un sofá de polipiel, pero cuando llega el verano…
Los sofás de polipiel se convierten en un asiento poco cómodo debido a que no transpiran, por lo que el que se sienta tiene sensación de sudar mucho, la piel se «pega» y, en general, no es muy agradable sentarse en un sofá de polipiel… ¿Hay alguna forma de conseguir que sean cómodos en verano?
Sofás de polipiel: cómo hacer que sean incómodos en verano
De piel, de polipiel, de cuero, este tipo de sofás y sillones en verano no son muy cómodos, si tienes uno de este tipo, tenemos algunas propuestas para conseguir aumentar su confort.
Una solución fresca, rápida y muy práctica son los foulards de sofá: entre sus ventajas, que son versátiles y que se colocan y se retiran en tiempo récord.
Para casas con más movimiento, sin embargo, son mucho más prácticas las fundas de sofá que no se mueven, las hay con buenos porcentajes de poliéster y algodón que son ideales para todo el año.
Los salvasofá permiten proteger las partes que más se rozan, pero sin esconder completamente el sofá de polipiel que tanto te gusta, y sí, son ideales para los meses estivales.
Con medidas de sillón, sofás de dos, tres, cuatro plazas y también para sofás chaise longue: ¡Los cubresofás haran que este verano puedas disfrutar de tu sofá igual que el resto del año!