El sofá es uno de los muebles estrella de la casa, un perfecto punto de encuentro de la familia o los inquilinos y en lugar para recibir a las visitas; un mueble para charlar y planificar actividades emocionantes o el sitio para descansar y desconectar del resto del mundo… Los sofás se compran por su comodidad, pero también por su efecto decorativo en la sala de estar o en el salón.
Cómo tener un sofá cálido con fundas de sofás
Así que, en ocasiones, elegir un determinado tapizado o tejido, o incluso, escoger un color concreto puede hacer que el sofá sea más o menos «agradable» en diferentes estaciones, por ejemplo, los de lino o algodón suelen ser fríos al principio y sentarse en ellos no es agradable cuando el mercurio está bajo. Para conseguir que el sofá sea más agradable al tacto, lo mejor es comprar unas fundas de sofá en tejidos aterciopelados, que aportarán inmediata sensación de calor.
Los colores también pueden ayudar a crear un efecto de calor, o de frescor… Si la decoración del salón se hizo pensando en los meses de verano, o si se trata de una casa de vacaciones que, generalmente, se usa en estaciones de temperaturas agradables, los colores frescos, como azules o blancos, son habituales… Pero en invierno crean sensación de frío, una excelente forma de tener un sofá adecuado para todo el año, es adquirir unas fundas de sofá de colores cálidos, como los tostados o el marrón para conseguir un efecto óptico de calidez inmediato.
Algunos trucos para un ambiente más cálido
Es cierto que las fundas de sofás ayudan a conseguir un sofá más cómodo en los meses más fríos del año, pero hay algunos trucos que pueden ayudar a conseguir que el sofá sea el lugar de descanso perfecto para el invierno.
Unos cuantos cojines decorativos pueden resultar el perfecto complemento para ayudar a aportar sensación de calidez, se puede optar por completar con unos cuadrantes lisos y de colores cálidos, o dar al conjunto un aspecto cálido y personalizado con unos cuadrantes estampados.
Aunque el sofá sea de un color cálido y el tejido sea también cálido, después de un rato sentados, es normal tener frío, por ello, en el sofá no puede faltar un plaid para taparse y descansar sin sentir frío.