Cada año cuando empieza el calor, pasa lo mismo con los sofás y sillones que tan cómodos resultan el resto del año: sentarse en ellos se vuelve incómodo porque dan calor… ¡y ni hablar de tumbarse a echarse una siesta! Muchos de los tejidos con los que se tapizan sillones y sofás son tejidos más bien fuertes y de abrigo, así que suelen dar calor, el problema es aun más evidente cuando se trata de sofás de piel o polipiel, ya que estos materiales no son transpirables y hacen que sentarse en ellos no sea muy agradable durante los meses de verano.
Sofás y sillones más frescos: ¿Cómo lograrlo?
Por suerte, para el problema de los asientos que dan calor en verano hay soluciones, así que es fácil tener sofás y sillones más frescos. Pero: ¿Cómo conseguirlo?
En la actualidad, existen numerosas opciones para vestir los sofás. Las fundas de sofá se suelen emplear para actualizar un sofá viejo, para renovar el tejido viejo o gastado de un sillón o, simplemente, para proteger los sofás nuevos y alargar su vida útil; sin embargo, entre las numerosas soluciones para vestir nuestros sofás y sillones, también hay algunas que permiten tener sofás y sillones más frescos.
Por ejemplo, los foulares de sofá, que son una prenda multiusos y que, entre sus muchas funciones, resultan perfectas para vestir todo tipo de asientos haciendo que sean más frescos y, por lo tanto, que sean más agradables durante el verano. Con un foulard es incluso posible echarse una siesta en nuestro sofá preferido, lo mejor de todo, es que los foulares para sofá son una prenda muy versátil que también se pueden utilizar como colcha fina o como manta de sofá en verano. Una prenda que proporciona la justa comodidad, pero no aporta nada de calor.
Una alternativa también interesante son los salvasofás, se trata de un textil más simple que las fundas de sofá, ya que solo cubre las partes más expuestas al roce y, por lo tanto, las que están en contacto con la piel. Los salvasofás se confeccionan en diferentes materiales y, por ello, también existen alternativas más frescas que los clásicos tejidos de sofás. Hay que apuntar que los salvasofás apenas se mueven y no se caen, así que son también muy cómodos.
En cualquier caso, lo mejor de foulards, salvasofás y fundas de sofá en tejidos frescos es que se pueden lavar de forma fácil, incluso en la lavadora, lo que supone una ventaja añadida para tener sofás y sillones más frescos y en perfectas condiciones durante todo el verano.