En los últimos años las toallas de playa se han diversificado y, de esta forma, hoy es posible encontrar soluciones que responden a las diferentes necesidades de los usuarios: que sean ligeras, que sean compactas, que tengan grandes dimensiones… son algunos de los requisitos más comunes cuando se trata de toallas y, en general, las nuevas toallas de playa responden bien a estas solicitudes.
Sin embargo, el secado es uno de los objetivos más importantes de una toalla, así que conseguir toallas de playa que sequen bien sigue siendo un requisito básico, aunque no siempre uno fácil de lograr.
¿Cómo comprar toallas de playa que sequen bien?
El material con el que están confeccionadas es el principal elemento que favorece que la toalla seque, ya que hay materiales capaces de absorber el agua con rapidez, por ejemplo, el algodón. Una toalla de playa de algodón es siempre una buena compra si se busca una toalla que seque bien.
Aunque una toalla de algodón es una alternativa adecuada, para asegurarse de que el secado más rápido hay que fijarse en el gramaje de la prenda: cuanto más alto sea el gramaje, mayor será la rapidez con la que el tejido absorbe el agua; es decir que más pronto se secará quien se envuelva en ella.
No solo el gramaje es garantía de capacidad de secado, también el tipo de confección del material puede ayudar. Por ejemplo, el clásico algodón de rizo americano favorece un secado más rápido, aunque desde hace unos años también se pueden encontrar toallas de algodón con tacto aterciopelado que secan con gran rapidez y que, además, tienen un tacto muy agradable.
Con una toalla de algodón, con un gramaje elevado y confeccionada en rizo o con tacto aterciopelado tenemos la seguridad de comprar toallas de playa que sequen bien, pero también más pesadas, aunque para reducir el peso no hay que perder de vista que existen diferentes medidas, para niños y adultos, ideales según la altura de quien sea el usuario de la toalla.