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Los colchones viscoelásticos ofrecen una gran adaptabilidad y, por ello, son ideales para favorecer un sueño más agradable y reparador. Cuando se trata de este tipo de colchones, muchos usuarios admiten que el colchón «da calor», algo que puede ser agradable en invierno, pero que, en verano dificulta aun más conciliar el sueño.
Esto es porque en ambos lados, el acabado de viscoelástica tiene poros finos, que guardan muy bien la temperatura corporal, pero que pueden producir sensación de agobio en las estaciones más cálidas. Una buena solución son los colchones verano-invierno que tienen una cara perfecta para las estaciones frías y otras para cuando hace calor.
Ventajas de los colchones verano-invierno
Este tipo de colchón cuenta con dos caras con un acabado distinto, de forma que uno de ellos asegura un excelente mantenimiento del calor corporal y el otro favorece un sueño más tranquilo, de forma que se duerme muy bien los 365 días del año.
Al tener que dar la vuelta al colchón la menos dos veces al año, este tipo de soportes tendrán una mayor durabilidad en excelentes condiciones.
La transpiralidad, la adaptabilidad y la calidad del sueño de estos colchones está asegurada en ambos lados, así que es posible descansar igual de bien en ambos lados.
Hay que tener en cuenta además, que la densidad de la espuma viscoélastica varia entre invierno y verano y, por lo tanto, a la hora de comprar un colchón verano inverno, es recomendable asesorarme para elegir uno de adaptabilidad adecuada a quien vaya a dormir sobre el colchón.
